Mi primer contacto con los mandalas

En el primer noviembre de este siglo, estaba en Agra, India viendo maravillada cómo un grupo de monjes tibetanos, durante el transcurso de una semana, trabajaban, concentrados, en profundo estado meditativo, demostrando que el todo suele ser más que la suma de las partes y que la creatividad colectiva enriquece la individual.
Transformaron, sin prisa pero sin pausa, un tablero en maravilloso mandala. Lo hicieron con polvitos de colores que vertían con unos conos de metal. Al cabo de su labor, en sentida ceremonia, destruyeron el mandala para coronar la demostración con una lección sobre el desapego hacia las cosas materiales.




Puedes ver más mandalas tibetanos aqui

Que hacer con el mandala del dinero

Carl Jung, afirmó que los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente y que el arquetipo de sus dibujos se encuentra anclado en el subconsciente colectivo.

Según la Psicología, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos ayuda a manifestar la creatividad que es utilizada para resolver cualquier problema de la vida. Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas.


El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación. Para ello, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor. El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.
Si bien esto está planteado para cualquier tipo de mandalas, es totalmente extensible al mandala del dinero, por eso, en este blog te propongo que confecciones tu propio mandala o de lo contrario, si te sientes identificado con algunos de los que encuentras en la galería, puedes ampliarlo haciendo click sobre él y bajarlo a tu pc, o imprimirlo. Con él realiza las meditaciones como se propone anteriormente o simplemente ponlo en algún lugar donde lo veas cada día recordando siempre su significado.

El mandala del dinero

Después de incursionar de diversas formas y con variados objetivos en el misterio de los mandalas, tuve la suerte de leer el libro del Dr. Dino Ricardo Deon, llamado El mandala del dinero, en el que su primer mensaje es: "Conviértase en amo del dinero, no en su esclavo. Y conviértase en amo de un modo tan especial, que le permita además disfrutar de todas aquellas otras cosas que no se compran con Dinero."
Inspirada en su propuesta me tomé la libertad de recrear el mandala cuyo patrón quedo transformado de la siguiente manera:







El entusiasmo que surgió en mi interior al realizar mi propio mandala fue tierra fértil para que sintiera la necesidad de transmitir esta valiosa herramienta a mis seres queridos y en lugar de discursos tediosos, no siempre entendibles, elegí hacerlo confeccionando un mandala personalizado, con la técnica del colage. Entonces no sólo respeté los símbolos y las regiones planteadas por Deon, sino que también elegí dentro de los deseos necesidades esenciales para la vida y las simbolicé con imágenes cuyos significados son: que no falte alimento, ni lugar donde vivir, ni cómo movilizarse y además herramientas para el trabajo y para el esparcimiento que están representados en el diagrama por los círculos mudos de la región correspondiente al futuro.

En la región del origen del dinero aparecen cuatro fuentes básicas: el dinero como retribución a un trabajo realizado, el obtenido por alguna renta, el que llega a nosotros porque el azar nos favorece cuando jugamos a la lotería o compramos alguna rifa por ejemplo y por último cuando llega como resultado de recibir una herencia. ¿cón qué imágenes representé todas estas posibilidades? Encontrarán en mis mandalas, que pueden ver en la galería de este blog, billetes o monedas, casas o edificios, instrumentos y herramientas de trabajo como computadoras, libros, gráficos, herramientas y máquinas, personas en acción que representan artesanos, artistas, obreros o profesionales y objetos como el velero que la cultura oriental le da el poder de atraer la riqueza.


La región correspondiente al presente contiene tres símbolos : el mar, el sol y la casa. Cuando miro esta región tengo que pensar qué hago hoy con el dinero que entró a mi vida por algunas de las formas representadas en la zona anterior.

Entonces la imagen del mar significa que el dinero puedo gastarlo sin reflexionar o lo que uno vulgarmente llama tirarlo al mar.

La imagen del sol me hará pensar si estoy iluminando mi mente para tomar las decisiones respecto al destino del dinero que provoquen un crecimiento personal y de mi entorno representados por la casa, tercera imagen de esta región.


Quedan aún tres símbolos. Dos de ellos corresponden al centro del mandala: el corazón que representa el amor que le tengo al dinero por que, como dice Deón, si no lo amamos no lo podemos atraer a nuestras vidas y las distintas personas que significan todas las personalidades que puedo asumir frente al dinero, según el momento de mi vida, las circunstancias que me rodean, mi madurez, mis prioridades. Ora puedo comportarme como rey , ora como mendigo y entre estos dos extremos toda la gama de posibilidades.


El reloj, que en mis mandalas lo puse en diversos lugares, en realidad lo debe abarcar todo y me tiene que recordar que este fenómeno de obtener dinero, decidir qué hacer con él y cumplir mis deseos es cíclico y para estar armonizado respecto al dinero tengo que permitir esta dinámica circular poniendo la misma energía en todas las regiones del mandala recordando que las cosas materiales no me acompañarán después de la muerte y tampoco son la genuina causa de la felicidad.


De los Pájaros perdidos de Rabindranath Tagore

Seleccioné estos tres pájaros perdidos del poeta nacido en India, porque me parecieron que pueden ayudar a la comprención del mandala del dinero.


--- Fruto ¿estás muy lejos de mi?

--- Estoy en tu corazón, flor.



¿Cuál es el significado que le doy?...que todo lo que yo quiero alcanzar, tengo el potencial dentro mio para lograrlo, sólo tengo que saber cómo cultivar esa flor que luego se transformará en fruto.



---El bienhechor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra de par en par.


El destino te puede sorprender y te allana los caminos si en lugar de luchar te entregas con el alma y con auténtica sinceridad.



--- Si echo mi misma sombra en mi camino, es porque hay una lámpara en mí que no ha sido encendida.


¡ que bello!!! Para aquel que protesta porque ve todo negro en su camino... que encienda su lámpara interior... que es la lámpara de la sabiduría y del amor.


Simple no?


La lechera

Llevaba en la cabeza
una Lechera el cántaro al mercado
con aquella presteza,
aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte
¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!»

Porque no apetecía
más compañía que su pensamiento,
que alegre la ofrecía
inocentes ideas de contento,
marchaba sola la feliz Lechera,
y decía entre sí de esta manera:

Esta leche vendida,
en limpio me dará tanto dinero,
y con esta partida
un canasto de huevos comprar quiero,
para sacar cien pollos, que al estío
me rodeen cantando el pío, pío.

Del importe logrado
de tanto pollo mercaré un cochino;
con bellota, salvado,
berza, castaña engordará sin tino,
tanto, que puede ser que yo consiga
ver cómo se le arrastra la barriga.

»Llevarélo al mercado,
sacaré de él sin duda buen dinero;
compraré de contado
una robusta vaca y un ternero,
que salte y corra toda la campaña,
hasta el monte cercano a la cabaña».

Con este pensamiento
enajenada, brinca de manera
que a su salto violento
el cántaro cayó. ¡Pobre Lechera!
¡Qué compasión! Adiós leche, dinero,
huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.

¡Oh loca fantasía!
¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría,
no sea que saltando de contento,
al contemplar dichosa tu mudanza,
quiebre su cantarillo la esperanza.

No seas ambiciosa
de mejor o más próspera fortuna,
que vivirás ansiosa
sin que pueda saciarte cosa alguna.

No anheles impaciente el bien futuro;
mira que ni el presente está seguro.

Félix María Samaniego

Mil monedas de oro de León Tolstoi

Un hombre rico quiso repartir mil monedas de oro a los pobres, pero como no sabía a cuales pobres debía darlas, fue en busca de un sacerdote y le dijo:
--- Deseo dar mil monedas de oro a los pobres, mas no sé a quiénes. Tomad el dinero y distribuidlo como queráis.
El sacerdote le respondió:
--- Es mucho dinero, y yo tampoco sé a quienes darlo, porque acaso a unos daría demasiado y a otros muy poco. Decidme a cuales pobres es preciso dar vuestro dinero y que cantidad a cada uno.
El rico concluyó:
--- Si no sabéis a quien dar este dinero. Dios lo sabrá: dadlo al primero que llegue.
En la misma parroquia vivía un hombre muy pobre, que tenía muchos hijos y que estaba enfermo y no podía trabajar. Este pobre leyó un día en los salmos: yo fui joven y he llegado a viejo, y no he visto nunca a un justo desamparado y a sus hijos reducidos a mendigar.
Pensó el pobre:
---¡ Ay de mí ! Estoy abandonado de Dios, y, sin embargo, no he hecho nunca mal a nadie… Iré en busca del sacerdote y le preguntaré cómo es posible se encuentre una mentira semejante en las Escrituras.
Y salió en busca del sacerdote, y al presentarse, el sacerdote se dijo:
--- Este pobre es el primero que llega, le daré las mil monedas de oro del rico.

León Tolstoi

Galería de mandalas del dinero

































Fotografías de Eugenia Andrés